Resumen: Los planes eternos de Dios cuentan con la libertad humana. El camino vocacional -un camino real de amor y hacia el Amor- es una confluencia misteriosa de eternidad y tiempo, del querer de Dios y de las decisiones libres de cada persona. Dios quiere -es voluntad suya al crearnos y tratarnos como sus hijos- que la libertad personal tenga un papel configurador a la hora de decidir y recorrer el camino de la vida.