Resumen:
La cesión de la colección de pintura y escultura de María Josefa Huarte y la apertura al público del Museo Universidad de Navarra supone el aumento del patrimonio cultural de Navarra y la accesibilidad permanente de una sala dedicada al pintor catalán AntoniTàpies. En este artículo se abordan las nuevas posibilidades de investigación, interpretación y recepción que se derivan de su existencia, desde el tipo de coleccionismo que ha propiciado la reunión y exhibición de las obras en Pamplona, visto en su contexto histórico, al protagonismo de los aspectos plásticos, por encima de los valores ideológicos o políticos, que la disposición de las obras y los nuevos públicos ponen en juego.