Piece of the month October 2006
AN UNPUBLISHED CANVAS BY AGUSTÍN GAZULL, DISCIPLE OF MARATTA
Eduardo Morales Solchaga
Chair of Navarrese Heritage and Art
La figura de Agustín Gazull ha pasado prácticamente desapercibida para la historiografía del barroco valenciano, lo que en gran parte ha sido motivado por el hecho de que, hasta ahora, sólo se conservaban al menos un par de obras suyas, con el agravante de estar sustancialmente modificadas en el siglo XVIII. El hallazgo de un lienzo rubricado por dicho pintor en las dependencias del Palacio Arzobispal de Pamplona ha motivado, en gran medida, la redacción de este modesto estudio.
Agustín Gazull debió nacer Valencia, donde iniciaría su formación pictórica en un taller local, para más tarde viajar a Roma, donde tomó contacto con el taller de Carlo Maratta, uno de los más afamados artífices de la pintura barroca triunfalista del país transalpino. Esta afirmación se sustenta a juzgar por sus interpretaciones compositivas y pictóricas, claramente italianizantes y por el hecho de que otros pintores valencianos de su generación, como Vicente Giner, Vicente Vitoria y, probablemente, Vicente Salvador Gómez, viajaron a Italia, siguiendo los pasos del malogrado Miguel March. Tras la estancia en la ciudad Eterna regresó a su ciudad natal, donde ejecutaría diferentes pinturas, de las cuales sólo unas pocas han llegado hasta nuestros días. Poco o nada más se sabe de su trayectoria vital, cuya finalización ha generado cierta controversia, apostando Orellana por principios del siglo XVIII, y prolongándola Doménech hasta la segunda mitad del dicho siglo.
Por lo que a su obra pictórica se refiere, solamente se conservan tres lienzos en su Valencia natal, dos de ellos muy reformados. Estos últimos, de gran tamaño, se guardan actualmente en depósito en la Audiencia Territorial de dicha ciudad. Sólo uno esta firmado, y ambos se encuentran sensiblemente reformados, fruto de la labor del pintor José de Vergara, a finales del siglo XVIII, que aprovechó la parte superior de los lienzos y ejecutó la inferior, orientando su temática hacia la fundación de la Orden de Carlos III en el primer caso, y hacia la presentación del infante don Carlos a la Inmaculada en el segundo. Nos encontramos ante unas obras alteradas, aunque gracias a los inventarios de piezas, han podido reconstruirse con una alta fidelidad.
La otra obra conservada de Agustín Gazull, es el “Martirio de Santa Inés”, ubicada en el presbiterio de la parroquia de San Andrés de Valencia, rubricada por el pintor a comienzos del siglo XVIII, concretamente en 1710, que incluye figuras en escorzo y ángeles en actitudes plenamente barrocas, de evocación al arte de Carlo Maratta.
Existieron también pinturas de su mano en la iglesia de los Santos Juanes de Valencia. De todos modos, bien por su sustitución o por los fatídicos efectos de la Guerra Civil, no se ha conservado muestra alguna. A saber eran: el lienzo titular del retablo de la capilla de San José, que fue sustituido por otro de Vicente López, el desaparecido lienzo de la Virgen de la Esperanza, en su capilla homónima y los lienzos de San Andrés y San Esteban, ubicados en la capilla de San Antonio de Padua, anteriormente dedicada a esta doble advocación.
Por último, destacan otras pinturas suyas, bien descontextualizadas, bien desaparecidas, que se ubicaron en diferentes casas conventuales valencianas como la de San Juan de Ribera, en San Felipe Apóstol, La Corona y Zaidía y en la iglesia del convento de San Agustín. También menciona un lienzo de la Virgen, que se encontraba en la casa del regidor de Valencia, D. Benito Escuder. Existen indicios de que en el Louvre, como depositario de los bienes del antiguo Museo Español, se conserva una pintura de su mano.
El lienzo inédito de la entrega del rosario a Santo Domingo
La escena representa la entrega del Rosario a Santo Domingo por parte de la Virgen María, un episodio legendario, que arrancó en la Edad Media y se prolongó durante la Modernidad, gracias a sus más importantes hagiógrafos, como Jacobo de la Vorágine, Esteban de Salgnac y Vicente de Beauvais. Todo comenzó con su ofrecimiento al Papa Inocencio III, para evangelizar a la zona del Sudeste de Francia, en el Languedoc, donde imperaba la herejía albigense. Tras unos primeros momentos en que su predicación resultó estéril, se refugió en una cueva donde practicaba la oración y se penitenciaba. Desesperado, se encomendó a la Vírgen, quien se le apareció mientras rezaba en la Ermita de Nuestra Señora de la Povilla, enseñándole el modo de rezar el Rosario y animándole a predicarlo por el orbe. Tras ello logró reconvertir al catolicismo a multitud de herejes, aunque no pudo evitar el fatal desenlace de la Cruzada declarada por el Santo Padre. Santo Domingo enseñó a las tropas cristianas el modo de rezar el Rosario, lo que contribuyó a la victoria militar en la trascendente batalla de Muret. Como signo de gratitud, Simón de Monfort, general de las tropas y amigo del propio Domingo de Guzmán, mando edificar la primera capilla dedicada a la Virgen del Rosario.
submissionfrom the rosary to Saint Dominic, by Agustín Gazull
In the foreground, Gazull depicts Saint Dominic kneeling as he receives the Rosary from the Virgin Mary, who sits triumphantly on a cloud, supported by angels in unlikely positions, creating a precious break in Glory. On her lap, the infant Jesus blesses the holy founder with his right hand. The representation of Saint Dominic is very rich in iconography. Firstly, he wields a staff, like other saints of the Church traditionally characterised as pilgrims, a rather singular fact, since, after the Renaissance, it almost completely disappeared. The fact that he is depicted with a crown in the form of a "Ŧ" is clearly in keeping with the relic kept in the convent of Saint Dominic in Bologna, whose registrationreads "de ferula sancti Dominici patriarchae".
At his feet is a book, which, as well as being an intellectual attribute, alludes to his status as the founder of a religious order. We are therefore looking at a materialisation of his legislative work, the rule of the preachers. Nor should we leave aside other interpretations, which link him to study, theology and science, since knowledge and reading were also fundamental pillars of Saint Dominic's life. Next to the book is a lily, which is identified as a symbol of virtue and virginity.
Nor should we forget another inseparable attribute of the holy founder, a dog with a lit torch in its jaws, which according to different biographers such as Jordán de Sajonia and Pedro Ferrando, alludes to a dream that his mother, Blessed Juana de Aza, had when she was in labour, in which she gave birth to this dog. This allegorical image foreshadowed that Dominic would be a famous preacher, and that from his lips would come the fire of the word, with which he would set the world on fire. His preaching would be a constant barking, to awaken souls asleep in sin, and to drive away the wolves, the symbol of heresy. In addition to these interpretations, it should not be forgotten that this symbol contains an encrypted meaning in its Latin version "domini canis", forming an acrostic of the name of the order of preachers. The whole scene is set against a landscape background, dominated by vegetation, only diminished by the appearance, in the upper right-hand margin, of an imposing basilica, which may well be related reference letterto the foundation of Simon de Monfort, described above. It may also be due to compositional criteria, very much in keeping with the Roman classicist tendency, led by his master, Carlo Maratta, or to a possible inspiration in a print from a collection of engravings on the life of Saint Dominic, such as the "Vita et miraculi S.P. Dominici" by Joanes Nys, with illustrations by Theodoor Galle. In any case, the triumphalist style of the painting, characterised by a subdued light and light tones, draws directly from his period of perfecting his skills in the Roman workshop, whose forms are clearly adapted to the composition, configured around the Apotheosis, which is set in a landscape framework.
The canvas is signed on the lower left-hand side "A. Gazull. F.", which clearly identifies it. It is known that in other cases, such as that of the painting of the Valencian alderman described above, he would Latinise his signature, due, of course, to his certain presence in Rome. The painting is now in the Archbishop's Palace in Pamplona, although it probably formed part of the trousseau of the Dominican convent, which had been located in the capital since the Middle Ages and was disentailed in the 19th century.
BIBLIOGRAPHY
AGUILERA CERNI, V.(coord.), Historia del Arte Valenciano, Valencia, Library ServicesValenciana, vol. 4, 1989.
BARÓN DE ALCAHALÍ, Diccionario Biográfico de Artistas Valencianos, Valencia, Imprenta de Francisco Doménech, 1897, p.135.
BENITO DOMENECH, F., "Sobre Agustín Gasull, José Vergara y una traza de la antigua iglesia de la Compañía de Valencia" in file de Arte Valenciano, 1982, pp. 66 - 68.
ORELLANA, M.A., Biografía pictórica valentina, Madrid, Gráficas Marinas, 1930.
PEREZ SANCHEZ, A.E., Pintura Barroca en España, Madrid, Chair, 1992.