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The piece of the month of January 2012

THE CAPITAL OF SAN MARTÍN DE UNX OF THE MUSEUM OF NAVARRA

Francisco Javier Zubiaur Carreño
Museum of Navarra

The programs of study on the great dominant styles in the European West have recently discovered loose pieces, out of their original position, which were sometimes reused in new constructions and underestimated by historians due to the difficulty of their interpretation. This is the case of modillions, stelae or capitals, which become testimonies of great value when their chronology can be traced back to obscure periods of history, where all documentary evidence is welcome to clarify the past.

We will now deal with a column capital preserved by the Museum of Navarre and exhibited in one of its rooms, which has spent its days, since it entered on November 12, 1954, relatively unnoticed. The fact that it was found during some ondalan (vineyard planting) operations in the Santa Cruz area of the Navarrese town of San Martín de Unx, around 1939, by the neighbor Benito Domeño Valencia, explains its origin, which has been unclear until now, as the exact place of its discovery, finding, is unknown. This has been determined thanks to the information provided by the son of its discoverer, Jesús Domeño Lerga, with the mediation of Carmelo Leoz Floristán. The then parish priest of the town, Mr. Juan Ollo, was the one who recommended its submission to the Diputación Foral de Navarra, which kept it in the Cámara de Comptos until the opening of the Museum of Navarra in 1956. The non-existence of the Museum at that time explains why no other data of the piece was kept, so the issue of its current inventory does not correspond to that of the time of its incorporation. Its chronology was then attributed to the 12th century, corresponding to the Romanesque period plenary session of the Executive Council.

It is a capital Exempt that has an inverted pyramidal trunk shape with slightly concave chamfered angles. It has been worked with bevel carving and incision on fine-grained ochre-colored sandstone measuring 22 x 29 x 31 cm. The dimensions of its parts are the following: collar of 1 cm. of height and 21 cm. of diameter; drum of 14 cm. of height and 75/108 cm. of diameter; and abacus of 5 x 29,3 x 31 cm. The depth of its relief ranges between 3.5/13 mm. As for the collar, to be more precise, it must be said that it is composed of three superimposed rings of similar heights: a smooth one -the one already described- of 1 cm., another one with grooves on top of it and a third upper one, smooth, both of 2 cm.


Sequence of the capital of San Martín de Unx

Sequence of the capital of San Martín de Unx
Museum of Navarra
Photographs: Jaime Zubiaur Beguiristáin

Capital of San Martín de Unx

Capital of San Martín de Unx

Capital of San Martín de Unx

Fue descubierto al profundizar en tierra unos 70 cm. para convertir un antiguo olivar en viña, sobre un montículo de la finca entonces propiedad de Ignacio Muruzábal. Santa Cruz es un término situado al SOE. de San Martín de Unx, en equidistancia con las demarcaciones de Ujué (E.), Beire (S.) y Olite (OE.), dentro de un área plenamente romanizada en tiempos antiguos. A lo largo del tiempo se han producido en este lugar diferentes hallazgos arqueológicos de época romana, alguno de los cuales, dos aras votivas, fueron trasladadas al Museo de Navarra. El término seguramente estaba comunicado por un ramal secundario de la calzada que procedente de Caesaraugusta (Zaragoza) llevaba a Pompelo (Pamplona) por Segia(Ejea de los Caballeros), Terracha (¿Sádaba?) y Cara (Santacara), importante nudo de comunicaciones a escasos 15 km al S. de San Martín de Unx. Siempre se ha considerado en la villa que el nombre de Santa Cruz podía deberse a la existencia de una pequeña iglesia erigida sobre algún fundus romano de época pagana. Sin embargo, esta posibilidad no ha sido corroborada por las excavaciones arqueológicas realizadas por la especialista en romano María Luisa García, en 1997, ni por las prospecciones de la empresa Olcairum con motivo de la ejecución del Inventario Arqueológico de Navarra, en 2004, ni posteriormente por las que se realizaron en 2010 con motivo del trazado del Canal de Navarra por dicho término. No obstante quedó plenamente demostrada la existencia de una “amplia y lujosa” villa romana cuya cronología debió extenderse entre el siglo I a. de C. (fines del periodo republicano) al III d. C. (alto imperio), con una prolongación del asentamiento humano en época medieval. 

Por Santa Cruz, situado a una altitud entre 460 y 475 m., se extienden las tierras más feraces del término municipal, zona de pastos, cereal, viña y olivar, habiendo canteras a unos 400 m. al N. con restos de piedra sillar, que ofrecían condiciones de explotación en el pasado. De suyo, según M. L. García, el soporte económico de esta villa romana fue agrícola y debió poseer una zona residencial para el dominus, a juzgar por los restos de basas y fustes de columnas aparecidos. La extensión del yacimiento, situado en ladera, con dimensiones de 350 x 190 m., debió ocupar una superficie de 66.500 m2. Según informa R. Jimeno, el hagiotopónimo Santa Cruz se extiende en la Cuenca de Pamplona, zona no tan distante del lugar del hallazgo, a partir del siglo VI.

La suposición de un templo cristiano sobre este solar pre-cristiano puede haberse confundido con la erección de alguna cruz protectora para conjurar los nublados o mover a piedad. En el propio término de San Martín, existen otros topónimos alusivos al signo cristiano: el lugar llamado Cruz de Piedra y el Alto de la Crucica, señalado con una estela, desde donde los naturales rezan una salve a la Virgen de Ujué. 

El capitel apenas ha contado con referencias escritas hasta ahora. Según J. Gudiol, que lo calificó de “interesante”, este tipo de capitel cúbico con cuatro amplias hojas en los ángulos es un modelo arcaico corriente. “Sus cuatro hojas –escribió en 1944- enmarcan figuras geométricas entre las que apuntan incipientes las simétricas espirales; líneas onduladas, sogueados y sucesiones de triángulos contrapuestos completan la decoración de este capitel que, a juicio de Gómez Moreno, enlaza con Leyre lo decorativo asturiano”. Posteriormente, J. E. Uranga y F. Íñiguez, al sintetizar el arte navarro medieval, lo situaron dentro de lo que llamaron piezas de acarreo, que relacionaron con el influjo asturiano en tierras navarras en cuanto al tipo de decoración ya descrita.

Partiendo de tales supuestos, quisimos confirmar la estimación de estos historiadores buscando paralelos estructurales y decorativos del capitel que confirmaran su adscripción al arte prerrománico peninsular (o “protorrománico” en expresión de M. Gómez Moreno), más específicamente asturiano. Así dimos con ciertas características parecidas en un capitel de San Adriano de Tuñón, decorado con grandes surcos y línea quebrada incisa, en otros de la sacristía de la iglesia de San Salvador de Deva, semejantes en formato y esquematización decorativa, en los de San Salvador de Valdediós y de Priesca con palmetas en sus ángulos cóncavos, o aquellos de Santa Cristina de Lena y Santa María de Naranco, que emplean la estructura triangular con líneas de sogueados para ordenar la decoración. Todos ellos fueron datados entre fines del siglo IX y principios del X, estilísticamente dentro del prerrománico asturiano, pero en comparación con el nuestro carecen de su primitivismo.
Prosiguiendo la línea de investigación marcada, el siguiente paso fue considerar los posibles paralelos con San Salvador de Leire. Las excavaciones arqueológicas dirigidas por F. Íñiguez en la iglesia de este monasterio, situado en el corazón de la Navarra nuclear, han confirmado la existencia en ella de una estructura arquitectónica primitiva del siglo IX, prolongada en el reinado de Sancho el Mayor (1.000-1.035) y culminada a la terminación del reinado de García el de Nájera (1.035-1.054), puesto que como templo se consagra en 1.057, que se corresponde con la cabecera, torre y cripta del conjunto monástico, soportada ésta por grandes capiteles de sencilla decoración, pero evidente diferencia de tamaño. Los de la cripta de Leire están decorados con profundos surcos y volutas arrolladas en espiral, en bajorrelieve, de recuerdo visigótico, que en los capiteles de la iglesia se combinan con triángulos de aspecto igualmente sumario buscando la simetría con ruda ejecución. Este tipo de talla tosca es característica del arte escultórico previo a la difusión del Camino de Peregrinación, protegido y consolidado por Sancho el Mayor, por lo que estaríamos ante un ejecutor de maneras “arcaicas”, según opina J. Gudiol.

Si nos referimos a un contexto geográfico más amplio, los paralelos más significativos se hallaron en las similitudes estructurales del capitel de San Martín de Unx con la de los capiteles de la capilla funeraria de los Santos Fabián y Sebastián en la localidad suiza de Ascona, cerca de Locarno (cantón de Ticino), referidas a la forma tronco piramidal invertida del capitel en inseparable conjunto con su ábaco, y es de destacar también en un capitel de la iglesia de San Martín de Sonvico un caso parecido en cuanto a decoración en forma de capullo del que salen dos volutas cuyos extremos se enrollan en espiral, dejando en el hueco central resultante un triángulo, tal como sucede en las caras de uno de los capiteles de la cripta de San Salvador de Leire –en éste de ejecución más ruda- y en dos lados del de San Martín de Unx, aunque en él la ornamentación tienda a abstraerse. Los capiteles suizos objeto de comparación son estimados por K. Roth-Rubi como de estirpe carolingia y se datarían a mediados del siglo IX o segunda parte de esta centuria. Sin embargo, este esquema decorativo-compositivo es de mayor antigüedad, hallándose en las pilastras de la llamada Tumba de los Relieves Pintados de la necrópolis de Caere Vetus (actual Cerveteri, provincia de Roma), pertenecientes a la cultura etrusca del siglo III a. C.; se pudo rastrear también en el arte paleocristiano copto del Egipto de los siglos V-VI de nuestra era y en el arte carolingio (Oratorio de Saint Germiny-des-Prés, principios del IX) con perduración comprobada en el primer románico, gracias al sincretismo que caracteriza a este estilo que fusiona caracteres de los estilos precedentes, y, en concreto, hereda un tipo de capitel en origen corintio que con el tiempo, a partir del siglo IV, debido a la aparición de talleres locales de libre producción lejos de los modelos oficiales, va perdiendo los referentes de sus cánones originarios.

Si consideramos el contexto del yacimiento arqueológico donde fue hallado el capitel, en tanto no se descubran restos de la hipotética iglesia de Santa Cruz de que habla la tradición, que quizás obligasen a revisar nuestra valoración, hemos de convenir que el capitel que estudiamos pertenece al contexto romano, pues como destaca J. A. Domingo Magaña en su catálogo de capiteles tardorromanos y visigodos de la península ibérica, el esquematismo progresivo de los motivos decorativos resulta tanto más antiguo cuanto más ahondemos en el tiempo. No obstante, es obvio que el capitel de San Martín de Unx comparte las características que M. Bango Torviso atribuye a la escultura altomedieval, como labra a bisel, tendencia del capitel a la forma cúbica y del ábaco al bloque prismático, decoración sumaria –hasta extremos casi abstractos- inspiración ecléctica del ejecutor y fuerza de una tradición local, lo que retrotraería su datación del supuesto siglo XII hasta época altomedieval dentro de una secuencia cronológica que iría desde el siglo IV al IX de nuestra era.

Por consiguiente, no compartimos la expresión de M. Gómez Moreno, reafirmada por J. E. Uranga y F. Íñiguez, de que el capitel de San Martín de Unx “enlaza con Leyre lo decorativo asturiano”, ya que las características formales y decorativas de este capitel no le vienen del estilo prerrománico sino del romano evolucionado, que son las que informarán, junto a otras influencias llegadas del arte paleocristiano, bizantino, visigodo, carolingio, germánico y mozárabe el arte románico pleno, de inspiración cristiana y dimensión europea.

Bibliografía:
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DÍAZ MARTOS, A. Capiteles corintios romanos de Hispania. Estudio-catálogo. Madrid, ed. del autor, 1985.
DOMINGO MAGAÑA, J. A. Capiteles tardorromanos y visigodos en la península ibérica (siglos IV-VIII d.C.), Tarragona, Institut Català d’Arqueologia Clàssica, 2011, 113.
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INVENTARIO ARQUEOLÓGICO DE NAVARRA. San Martín de Unx. Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra. 2002. Memoria presentada por Olcairum, 2004.
JIMENO ARANGUREN, R. El culto a los santos en la cuenca de Pamplona (Siglos V-XVI). Pamplona, Gobierno de Navarra, 2003.
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URANGA, J. E.-ÍÑIGUEZ, F. Arte medieval navarro. Pamplona, Caja de Ahorros de Navarra, 1971. Tomo I. Arte Prerrománico, 169, lám. 70 b y c.