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María Concepción García Gaínza, Professor Emeritus, University of Navarra, Spain

El Niño del Dolor, a work by La Roldana

CULTURAL TRIBUNE The author reveals that the sculpture kept by the Congregation of San Fermín de los Navarros was made by Luisa Roldán, one of the few women artists of the Renaissance and Baroque periods, and not by Alonso Cano, as had been believed since the 19th century.

Thu, 04 Apr 2013 10:24:00 +0000 Published in Navarra Newspaper

Con frecuencia, la prensa nos informa de la autoría de un cuadro desconocido u olvidado en algún museo o colección particular y la adscripción a un famoso pintor, bien sea por el descubrimiento de su firma o por atribución de los especialistas. En esta ocasión se trata de la documentación del Niño delDolorde la Congregación de SanFermín de los Navarros de Madrid como obra de la escultora sevillana Luisa Roldán, conocida como la Roldana, rompiéndose así una atribución a Alonso Cano establecida ya desde el siglo XIX Nuestra ciudad tuvo la fortuna de poder admirar esta primorosa escultura en la exposición de Juan de Goyeneche celebrada en el convento de Agustinas Recoletas, de la que fue una de las piezas estrella gracias a la generosidad de la Congregación que permitió su traslado a Pamplona.

El Niño del Dolor se custodia en la Sala de Juntas de la Real Congregación de San Fermín de los Navarros, fundada en 1684 en el reinado de Carlos II, que fue su Prefecto perpetuo, con el objeto de rendir culto al santo patrono navarro y agrupar a los navarros residentes en Madrid auxiliando a los más necesitados. Su pervivencia hasta hoy en día y la continuidad en el desempeño de sus funciones hacen de ella una verdadera reliquia histórica, a diferencia de otras congregaciones de este tipo que han ido desapareciendo en la villa y corte. Las continuas relaciones entre la Real Congregación de SanFermíny la tierra de origen de sus miembros desde la época de su fundación, cuando en 1683 se dirigieron al Reino de Navarra para que este se dignase acogerla bajo su protección, permiten considerar al Niño del Dolor como patrimonio cultural y espiritual de nuestra tierra.

Mujer y artista
No son muchas las mujeres que a lo largo del Renacimiento y el Barroco desempeñaron trabajos artísticos, aunque existen numerosas referencias a ellas en la historia del arte. Este reducido número de mujeres artistas se explica por la situación socio cultural en la que se desarrollaba la enseñanza gremial del arte, que obligaba al joven aprendiz a residir en casa de su maestro durante los años de aprendizaje, cosa materialmente prohibida para las mujeres. Por esta razón, las únicas mujeres que podían tener acceso a la práctica del arte y a la enseñanza del oficio eran las hijas de pintores, escultores, grabadores o policromadores que convivían en el taller familiar con los aprendices y oficiales bajo la supervisión de su padre y maestro. Este es el caso de Pedro Roldán, que tenía un gran taller de escultura en Sevilla en el que aprendieron sus hijas Luisa y María y de otras artistas como Margarita y Dorotea Masip, hijas del pintor Juan de Juanes, Isabel Sánchez Coello, hija del famoso retratista, Ana María Mengs o Inés Salcillo, hermana del escultor Francisco Salcillo. En el ámbito navarro se documenta la presencia de Catalina de Oscáriz, hija de Menaut de Oscáriz, iniciador del taller familiar de pintores de Pamplona, a quien su padre reconoce como segunda heredera por el beneficio y ayuda que hacía a sus padres en pintar, dorar y otros trabajos, además de la pintora María de Argüello en Tudela.

Resulta difícil rastrear las obras debidas a estas mujeres porque se hallaban inmersas en los talleres de sus padres y hermanos sin poseer título gremial propio que hiciera posible contratar obras o efectuar cartas de pago, cosa que hacen por ellas padres o maridos, viviendo toda su vida en una especie de minoría de edad, por lo que apenas se hacen visibles enla documentación de laépoca ni por lo general con la firma de piezas artísticas. Un caso especial fue el de Sofonisba Anguissola que enseñaba a pintar a la reina y las infantas y realizó numerosos encargos.

Escultora de Cámara
Un ejemplo típico de la situación que se acaba de describir fue el de Luisa Roldán, pero la seguridad en su arte y un fuerte carácter que le llevó, contando con diecinueve años, a recurrir a la justicia para casarse con el escultor Luis Antonio de los Arcos a quien había conocido desde niño en el taller sevillano de su padre Pedro Roldán, le llevaron a una carrera artística en la que consiguió una fama y un reconocimiento público realmente extraordinarios para una mujer artista de su época. El matrimonio vivió en Sevilla y Cádiz, donde trabajan esculturas de madera que contrata Arcos pero realizadas con la participación de ambos, en las que la calidad artísticade laRoldana sobresalía sobre lade su marido, lo que le va a dar una fama que le impulsará a conquistar la Corte gozando ya con la protección del noble don Cristóbal de Ontañón Aprincipios de 1689 ya en Madrid, donde les nace una nueva hija, Luisa Roldán comienza a trabajar el barro cocido y policromado en esculturas de pequeño formato imitando obras de autores extranjeros en la Corte. Satisfacía así la demanda que había de este tipo de escultura con destino a espacios domésticos u oratorios. Estos barros proporcionaron a la Roldana una gran popularidad por sus temas maternales o infantiles como La huida a Egipto o La lección de la Virgen, realizados con primorosa técnica e igualmente por sus Belenes. Su carrera artística culmina en 1692 cuando es nombrada escultora de Cámara de su Majestad Carlos II y en 1701 de Felipe V. El reconocimiento cumbre llega a esta mujer artista el último día de su vida con el nombramiento de académica de mérito de la Academia de SanLucas de Roma pero, a pesar de su éxito, muere en la pobreza.

El Niño del Dolor
Recientemente esta escultura de extraordinaria calidad ha sido documentada como obra de la Roldana por Alfonso Pleguezuelo, profesor de la universidad sevillana. Se trata de un documento autógrafo del archivo del Palacio Real en el que Luisa Roldán solicita al Rey Carlos A II que le conceda un sueldo diario JT que vaya unido al nombramiento como Escultora de Cámara, que era título meramente honorífico y no iba acompañado de ninguna pensión económica. Entre los méritos que menciona para merecer el favor solicitado cita dos esculturas: la "Imagen del Ángel y Niño Nazareno" que el autor identifica la primera con el San Miguel luchando con el diablo, obra firmada conservada en El Escorial, y el Niño Nazareno con el Niño del Dolor, escultura que la reina Mariana de Neoburgo dejará en herencia a su sobrina Isabel de Farnesio. Ésta a su vez hará donación de este legado a la Congregación de San Fermín de los Navarros, probablemente por el aprecio que ambas reinas profesaban a Juan de Goyeneche y a su hijo, el Conde de Saceda, sus respectivos tesoreros, navarros miembros de esa institución, como dio a conocer el P. Pío Sagüés. Parece ser que el San Miguel era una obra para el rey y el Niño Nazareno para la reina, pero se desconoce si fueron encargos reales o si por el contrario fueron regalados por la escultora a los monarcas para lograr su nombramiento. Sí parece que ambas esculturas fueron comenzadas en Cádiz y terminadas en Madrid en 1692 fecha en que declara que lleva año y medio "trabajando en palacio en servicio de Vuestra M. y de la Reina".

Las nuevas noticias documentales aclaran no sólo la autoría de la Roldana sino las circunstancias que rodearon a la ejecución de la obra, realizada en el propio Alcázar de los Austrias, donde vivía, y con destino a la reina, todo lo cual dice mucho del valor de la imagen. Se trata sin duda de una refinada obra de corte absolutamente primorosa en su concepción y realización. El Niño del Dolor es un Nazareno Niño que camina con la cruz a cuestas y apoya el pie adelantado sobre la esfera del mundo y el de atrás sobre la cabeza de un querubín que, en compañía de otros tres con muecas de tristeza y dolor en los rostros, forman la peana de la figura. Imagen de devoción de la reina que provoca compasión por su expresión de sufrimiento de hondo misticismo. El rostro infantil blando y sensible está enmarcado por una larga melena de rizos como acostumbra a hacer la Roldana en sus figuras de barro. La policromía es exquisita con el predominio del morado y marrón con toques de oro y medallones de temas bíblicos referidos al tema de la Pasión. En el mundo se dibujan mares y océanos. La entonación cálida de la policromía ha sido calificada de valdesiana y adjudicada a Tomás de los Arcos, hermano del marido de la artista, que acostumbra a policromar sus esculturas. Una réplica del Niño del Dolor procedente de las Capuchinas de Madrid se guarda en el convento de san Antón de Granada. El Niño del Dolor es sin duda una obra maestra de doña Luisa Roldán, conocida en la historia del arte como la Roldana.