J. R. Pin Arboledas , IESE Professor, University of Navarra, Spain
Ibero-America: Corporate El Dorado?
Los conquistadores del siglo XVI buscaban el Dorado en la América recién descubierta. No lo encontraron, no lo había, pero tropezaron con algo mejor: todo un continente donde establecerse y crear grandes naciones. Es la lección que deben aprender las empresas españolas del XXI. El Dorado empresarial iberoamericano es un lugar donde trabajar con honestidad, constancia y excelencia. Si se hace así, hay grandes oportunidades y el rendimiento será excelente y a largo plazo.
Países.
La primera lección que se aprende cuando se viaja desde Río Grande a Tierra de fuego es que hay muchas Américas. No todas son lo mismo. En ese sentido hay países con mejores posibilidades que otros. La experiencia dice que cada uno ofrece diferentes oportunidades y amenazas. Lo primero es descartar aquellos donde las amenazas son superiores a las oportunidades. O, mejor dicho, elegir los que sus ventajas superan a los inconvenientes. Entre los elegibles están, de Norte a Sur: Méjico, por su extensión, por su estabilidad política y por ser una economía cada vez más implicada con EE. UU.; República Dominicana y Panamá, centro de negocios del Caribe, estables institucionalmente y con economías en crecimiento; Colombia donde, arrinconada la inseguridad a ciertas partes del territorio, hay grandes recursos naturales, una fuerza laboral activa e inteligente, unas élites preparadas y madurez política. Brasil, la potencia regional de 200 millones de población, con una clase media creciente y unos políticos, hasta ahora, solventes; Chile con un prestigio internación que destaca del resto de sus vecinos a pesar de tener una dimensión de mercado reducida. Con dudas están otros dos países: Perú que ofrece grandes oportunidades de negocio, con la incógnita, cada vez más despejada, de su estabilidad política y Uruguay, la antigua Suiza del Cono Sur, pequeña de población, aunque tiene crecimiento reciente, basada en la demanda internacional de carne y agricultura ¿se mantendrá?
Y ¿otros países? El consejo es no invertir a medio y largo plazo. Su reducido tamaño o su inestabilidad institucional no lo aconsejan. Véase el ejemplo de Argentina, Bolivia o Venezuela en relación a la seguridad jurídica de las inversiones.
Sectores.
La explotación de recursos naturales, o los servicios al público con precios regulados son sectores tradicionales de inversión en Latinoamérica. Comunicaciones, banca e instituciones financieras han sido las oportunidades de finales del siglo XX. Grandes negocios que tienen el inconveniente de depender de decisiones políticas inesperadas en esas latitudes.
La construcción de infraestructuras es algo que deberán hacer los diferentes Estados. Ahí España tiene una ventaja competitiva por su experiencia nacional e internacional. Lo mismo pasa con la vivienda, un sector claramente deficitario, en particular en los alrededores de las inmensas urbes que jalonan el territorio. Pero aquí las relaciones con las Administraciones tienen su peso y hay que elegir países razonables.
En los países con clase media en expansión, como Brasil o Colombia, la oportunidad se presenta en los grandes consumos, como alimentación y, sobre todo, vestimenta. No es raro encontrar tiendas de Zara u otras marcas de Inditex en estos países muy bien valoradas. Son quizás los sectores donde una vez establecido el negocio las relaciones con los Gobiernos son más neutras si se cumplen los requisitos de la legislación laboral.
Algunos negocios de base global pueden tener instalaciones en estos países. Sus diferencias culturales con respecto a España son menores a otros, como los asiáticos. Es el caso de fábricas de software, que se pueden instalar en las zonas francas de Uruguay, donde además hay buenos profesionales del sector. También Call-Centers, que pueden crearse aprovechando la ventaja del idioma.
Respetar las leyes y ser humilde.
Legislación laboral es cambiante de unos países a otros; pero, con una normativa, en la economía formal, mucho más protectora del trabajador de lo que se podría esperar. No se puede esperar una ventaja competitiva en base a esa materia.
Lo mismo que tampoco se puede esperar que vaya a ser un camino de rosas. En esos países hay grandes empresas, muchas multinacionales, profesionales expertos y sectores de gran competencia. La cultura de la sociedad y de las organizaciones es diferente a la española. No estar dispuesto a aprender y adaptarse es un error. La humildad es, en ese sentido, un requisito indispensable. Lo mismo que saber que el trabajo será duro y la constancia necesaria.
Iberoamérica es un dorado, pero requiere esfuerzo. Como su clima, Iberoamérica es generosa cuando se la trata con cariño. Telefónica, el Banco de Santander, el BBVA, ACS, Gas Natural-Fenosa, Everis, Inditex, …. Son grandes empresas multinacionales españolas ya instaladas que tendrán que cuidar sus "Publics Affair". Junta a ellas hay mucha PYME, industrial, de servicios profesionales y comerciales que están encontrando en sus inversiones un contrapeso a la crisis. Es la lógica de una economía global.